Más de cien años han pasado desde la primera vez que se celebra el mes patrio gracias a El General Porfirio Díaz e hizo que México se posicionará a nivel mundial como un país con éxito industrial y económico, aunque solo unas pocas familias y empresarios lograron generar y gozar de ese éxito en aquel entonces. Se le atribuye mucho de la primera imagen de país estable y atrajo las inversiones extranjeras, con ello, avances tecnológicos, comunicaciones, transporte y culturales. Se habla de él como un héroe de guerra y una figura emblemática de progreso, pero también de odio y más póstumo. Reconocido como el último (¿y tal vez único?) dictador de México y para mi entender la mejor manera de describirlo es citando a Harvey Dent en Batman The Dark Knight: “O mueres como héroe o vives lo suficiente como para convertirte en villano”.
En aquel entonces la extrema pobreza y la constante explotación laboral de la mayoría de la población, el abuso de la fuerza para oprimir reuniones con la excusa de traición al generalísimo, así como también la censura y amañe de los medios; provocaría que un pueblo descontento se uniera una vez más en un golpe de estado. Un conflicto de más de 10 años, donde miles de mexicanos murieron,
una década de conflictos y muertes que se mantuvieron por la lucha del poder aun cuando Porfirio ya había renunciado un año después de que comenzó la
revolución.
La historia se repite dando revanchas y la oportunidad de tomar una nueva decisión, y me abunda la tristeza, pensar que no se aprendido del todo, repitiendo varios problemas de aquel entonces, como la clase política viviendo como nobleza en castillos de gobernación explotando de la mayor riqueza del país, que es su gente.
Su origen puede explicar en "El clasismo" que existió y sigue existiendo, la segregación económica, cultural y el desprecio que se tiene al trabajo manual y al trabajador obrero, él corazón de la fuerza laboral que es azotado económicamente con los sueldos más bajos. Y el sobre valor que se le proporciona al intelectual y culto que poco propicia ideas pero cree en su misma genialidad. Ese tonto pensamiento ha sido expresado en las películas de Ismael Rodríguez con Pedro Infante, en que los ricos son superficiales, de poca confianza y hasta malvados, imitándolos aunque no se tenga el dinero, ha dado lugar a los "poser", que en su ímpetu de demostrar que tienen dinero (aunque no lo tengan, obvio) su comportamiento tiene que ser de película. O desde el otro lado, el de los pobres, pobrecitos nosotros, acongojados pero orgullosos de serlo, somos honrados, honestos, y el auto sufrimiento como acercamiento a Dios, porque es mi dios, él de los pobres, pero ¡qué crees! tampoco, como diría ahora
Odin, no, no es cierto no hay absolutos.
Y aunque en la vox populi se dice que no hay racismo en México, cada vez más personas nos damos cuenta que si existe, muchas veces en forma de segregación social (y ahora hasta de género, te hablo a ti
marchante por la familia), impidiendo y truncando oportunidades porque “hay que mostrarle su lugar”, también en la exclusión al hermano de otro origen, al que tiene otro acento, a los indios y los centroamericanos dándole clasificaciones, roles y hasta trabajos que deberían realizar.
Sueño con el día en que no exista esta segregación y las etiquetas que lejos de ayudar generalizando, dañan nuestro comportamiento con nuestros hermanos mexicanos, sobre todo humanos, tal vez removiendo esas etiquetas empecemos a apreciar el vecino, no por su pobreza económica, sino por sus aportaciones como ser humano y aún más identificarse que somos como él y buscar apoyarlo, aprender la ideología y paradigma de “que siempre hay para todos” dejando de lado la envidia porque me quitaran lo que tengo, o lo que otro tiene no se lo merece. Así pues el mexicano pueda ser realmente independiente y dejará de gritar una noche para callar el resto de año, como
Paz nos lo dijo en los 50's.
Generar el respeto y aprecio real, al trabajador doméstico, de campo, a los prestadores de servicio sin denigrarlos, no es tarea fácil, porque se dice superfluo, muchas veces, paradójicamente con fines proselitistas, Tal vez es pedir mucho cuando el ser humano, como especie, es egoísta y destructivos por naturaleza. Pero tengo la esperanza de que sabremos el beneficio de relacionarnos de manera
interdependiente. Entenderemos que se obtiene más riqueza en comunidad y se logra no solo sobrevivir, sino también vivir mejor.